El segundo día de conferencias del Festival Visiones sonoras 19 continuó con diferentes aproximaciones desde el arte sonoro a la crisis climática y reflexiones sobre el papel del arte en las posibles soluciones

Visiones sonoras 19 – Día 2

 

 

Visiones Sonoras 19 – 2023
Día 2

 

Francisco Colasanto y Rodrigo Sigal
Producciones del CMMAS

 

En cada edición de Visiones Sonoras el CMMAS hace una presentación de las diferentes producciones que hace a lo largo del año. Usualmente tratan sobre el más reciente número de la revista «Perspectivas sonoras». Está vez fue en torno a sus producciones editoriales y en línea en el último año y medio. reiteraron la invitación a descargar lo que está disponible en la página www.cmmas.org donde se encuentran CD, libros y revistas a los que se puede llegar, entre otras ligas, por la pestaña Nuestros productos. Recordaron al público que luego de que concluya el Festival continuarán los conciertos presenciales y en línea y sugirieron que visitemos la página para enterarnos de la participación del CMMAS en congresos venideros.

 

Como fruto de su colaboración con el software Finale para la edición de música escrita se ha logrado tener una versión del software en español. Algo similar ha ocurrido con Max-MSP y Cycling con quienes Francisco Colasanto colabora desde hace años. Esto da como resultado precios especiales a través del CMMAS y materiales en español.

 

Anunciaron que en 2023 saldrán dos números de la revista «Perspectivas sonoras». Este año Ideas sónica tiene una convocatoria abierta al público con el tema de la obsolescencia programada. Han seguido nutriendo la plataforma de audio digital para llegar a dejar todas las grabaciones existentes en Spotify. Las nuevas producciones de audio ya no salen en soporte físico, sino que se ha ido a la parte digital.

 

Destacaron, entre los varios títulos disponibles, los siguientes libros: «La espacialidad en la experiencia musical acusmática» de Federico Schumacher, «Síntesis espacial de sonido» de Pablo Di Liscia, «Principios de creación sonora procedural» de Edmar Olivares Soria. Son libros de descarga gratuita y aunque el sistema pide que los «compren» el precio que aparecerá es $0.

 

CMMAS+ donde están los cursos. Casi todos, salvo uno en inglés con subtítulos en inglés. Los cuatros duran 5 horas en promedio.

 

 

Antonio Isaac
El arte de la extinción

 

Propuso como título alternativo «El arte EN la extinción» y propone que se encuentra implícita la pregunta sobre qué es el arte. Apuntó

 

que no lo que esté validado por alguna institución se debería denominar arte. Su trabajo, dijo, tiene versa sobre arte, ciencia y tecnología con observación a la naturaleza y él produce a través de nuevos medios o medios emergentes en resistencia extrema radical cyber-punk a la obsolescencia programada siempre tratando de reactivar tecnologías en desuso. En la obsolescencia programada se van extinguiendo buenas tecnologías, algunas incluso mejores que las actuales. Encuentra que nos atrae lo que se extingue.

 

Mostró un video, disponible en el sitio del CMMAS en Perspectivas sonoras 2022, en participación con las instituciones federales mexicanas CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad) y CONAM (Comisión Nacional de Áreas Protegidas) acerca de la observación del sistema montañoso Iztaccíhuatl, último reducto del glaciar considerado como un cuerpo ya extinto. Se trata de un ejemplo del cambio climático en nuestra propia escala de la vida humana individual en comparación con las escalas geológica, del sistema solar o del universo. Señala que hay aspectos del cambio climático de tipo natural y se refiere a los ecotonos como los lugares más diversos en el aspecto biológico, una mezcla de diversos ecosistemas que resultan en una súper diversidad y por consiguiente sufren la mayor extinción. Los ecotonos son microclimas y son los más susceptibles a alteraciones humanas. Los factores que apuntan a la próxima extinción del Iztaccíhuatl, un ecotono con microclima, están relacionados con la extracción masiva de agua en la parte baja para el consumo de la Ciudad de México junto con la explotación y deforestación de sus territorios con el resultado de ascenso de 2 a 3 °C. Todo esto puede ser interesante para el quehacer artístico por la presencia de elementos la presencia drama y tragedia. Los movimientos dentro del cuerpo de la montaña que él se ha propuesto registrar o conocer expresarían algo en lenguaje no humano, un grito producido por la herida causada.

 

Respecto de la mariposa monarca presente en la pieza que presentó en su concierto de VS19 señala que alrededor del 2012 se indicó la disminución del 93% de su población por la tala de bosques que contenían los árboles indispensables para la subsistencia de la monarca en 2011 y 2012. Las más afectadas fueron las pertenecientes a la 4ª generación, llamada Matusalén, aquellas que viven más que las tres generaciones previas y hacen todo el viaje de extremo a extremo en su migración entre México y Canadá.

 

¿Qué le queda por hacer a la actividad artística frente a fenómenos que son irreversibles?, se pregunta. Él considera que puede rendir homenaje y utilizar vehículos de expresión como memoria viva, ultrasensible, como respuesta estética extrema acerca de los dramas que significan la extinción, fenómeno que es tan fascinante como el origen de la vida. Y, también, que en la cotidianidad podamos contribuir a la preservación de los microclimas.

 

 

Leigh Landy
Art for Art’s Sake (Arte para la vida)

 

Propone preguntas del tipo de ¿Cómo se llega al público más allá de un espacio especializado (como este)? ¿Por qué la música contemporánea electrónica y la que está hecha con sonidos llega a una audiencia tan chiquita? Le parecen preguntas pertinentes en torno a música, sonido y las artes mientras que otras formas contemporáneas alcanzan a grandes masas de público. Estas son sus cuestiones en más de cien textos suyos publicados y la totalidad de sus obras sonoras. Se pregunta entonces ¿Qué hacemos?

 

Ofrece una visita rápida a la filosofía de Hegel y propone asimilar tres momentos que Landy llama los de la tesis, antítesis y síntesis. Propone que las músicas que han existido desde siempre, las del conocimiento común serían el momento de la tesis.

 

Dice que la música contemporánea artística que comenzó a crecer desde las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo XX sería la antítesis. La gente no la conoce, no la entiende ni sabe cómo apreciarla, le parece que confunde y aleja a quienes no tienen unos conocimientos previos para su comprensión. Muchos músicos, dice, tienen una parte de responsabilidad en esta desconexión y le parece que John Cage sobresale entre los causantes. Se pregunta por qué la gente que no se halla inmersa en esa disciplina musical no la disfruta.

 

Señala que lo que han hecho los poperos es tonal y rítmico porque necesitaban que hubiera conexión con el público. A aquella otra música desconectada del público masivo, le falta corazón (y se lleva la mano al pecho). Pregunta por qué es que la música ha de ser o bien cerebral o bien del corazón en vez de dirigirse a ambos.

 

Para la síntesis propone ofrecer en la música las conexiones que entrelazan experiencias vividas para lograr compartir y comunicarse y subraya que la música siempre ha sido para la comunicación.

 

En este punto se refiere a que la pieza que presentó en el concierto de la noche anterior, «Se aplican condiciones y restricciones», que es en esencia provocadora y busca la identificación emocional de muchas personas con ciertos aspectos culturales a los que pone en cuestión y, además, les explota alguna faceta humorística.

 

Apunta que en los 1980 hubo una insistencia en la individualidad tan marcada que posicionaba a cada individuo como único y sin comparación y a las creaciones como igualmente individuales y únicas. Y entonces ¿cómo se hacía para entenderlos si no había terrenos comunes? Si los músicos profesionales no lo entienden, ¿cómo puede hacer el público general para entenderlo?

 

Sugiere que de la antítesis no se puede pasar a más antítesis, es decir, a más de «esa música desconectada que no comunica», sino a una que recoja elementos de conocimiento común que incluya elementos preexistentes para que surja de nuevo la comunicación basada en la comunidad de intereses y la comunidad de prácticas. Las actividades de extensión para ampliar el contacto con las comunidades incrementan la cantidad de comunidades interesadas.

 

Se declara como un artista samplero que toma los fragmentos de los que están hechas sus obras para elaborar sus piezas a partir de elementos que están en la resonancia común. La pieza «Aplican condiciones y restricciones» es la séptima que hace con este procedimiento, las anteriores le han permitido adentrarse en otros idiomas y hacer una inmersión en la cultura que los emplea. Menciona como un parámetro de su trabajo a Marcel Duchamp a propósito de que el arte es tomar un objeto ordinario y sacarlo de contexto.

 

Recomienda acudir a un libro suyo disponible en español traducido por Emma Wilde y auspiciado por el CMMAS que se llama «EARS2/ Making Music With Sounds».

 

De paso, recuerda que todo lo que se escuchó anoche lo tomó sin pedir permiso y que si eso es ilegal entonces las leyes están equivocadas y el arte está en lo correcto.

 

Afirma que hay que hacer música para todo el mundo y pregunta por qué tendría que haber algo malo en eso. Y, puesto que los asuntos ambientales nos afectan a todos, entonces hay que juntar esto con la música y llegar a todas las personas.

 

 

Roberto Morales Manzanares y Miguel Reyna
Jardín Unión

 

 

Se refieren a la instalación sonora que cuelga de un árbol en el último patio de la Casa de la cultura, antes de ingresar al ala del edificio que lleva hasta el auditorio de CMMAS. Se trata de cuatro módulos piramidales de acrílico transparente, autoprogramados, que dejan ver el interior, con un computador Raspberry que corre un código escrito en Super Collider, emiten por un par de bocinas y emplean sonidos que evocan algunas aves, ocarinas sencillas, vocalizaciones humanas y otros más.

 

Inicialmente habían querido que funcionaran de manera autónoma con paneles solares que mantuvieran la carga de la batería, pero como cuelgan de árboles la sombra impide la recarga y entonces es necesario descolgarlos para enchufarlos a la corriente y recargar en la noche para volverlos a subir al árbol y que sigan funcionando hasta la noche siguientes.

 

Contaron, los dos muy divertidos y con gran simpatía, cómo estos módulos independientes que no están entrelazados estuvieron destinados al Festival Cervantino 2022 para el que se colgaron varios de estos en el Jardín Unión. Ellos se veían divertidos dándole diversión a esta audiencia mientras recordaban cómo todo el proceso de diseño y montaje transcurrió muy bien, a pesar de que los fondos para la construcción salieron tarde, y entonces trabajaron bajo la presión de que apenas quedaban pocos días para que tuvieran que estar instalados y en funcionamiento.

 

Miguel Reyna mostró un esquema lineal de la conformación del sistema y explicó que las pruebas salieron sin falla hasta cuando dejaron de hacerlas enchufados a la corriente y lo hicieron con la batería, lo que ocasionó, a un día de la inauguración, gran interferencia armónica digital. Detalló la manera en que solucionaron el problema mientras el tiempo apremiaba.

 

Luego, Roberto Manzanares enseñó el código empleado y sus relaciones con porciones empleadas en una instalación previa en el MUAC (Museo de Arte Contemporáneo de la UNAM) lo que implica procesos previos de diseño, experimentación y alcances sobre los que ha seguido construyendo nuevos proyectos.

 

Esta instalación sonora no reposa sobre piezas sonoras con comienzo y fin de suerte que puede tomarse y abandonarse por el público en cualquier instante sin sensación de pérdida en la continuidad de un discurso, por esto la llamó caleidoscópica.

 

 

Hummel – Yerri Gaspar
Resilient listening
Labutineuse

 

La presentación ocurrió en inglés y por zoom desde Francia. Comenzó por dar algunos detalles sobre las capacidades perceptivas de las abejas melíferas y los hallazgos en las investigaciones que llevaron en 1973 al otorgamiento del premio Nobel en Biología o Medicina a Karl von Frisch quien describió el mecanismo de comunicación y entendimiento que tienen las distintas danzas de estas abejas.

 

El interés en los sonidos de las abejas y las colmenas llevó a Yerri Gaspar a acercarse a apicultores que le facilitaran las grabaciones de campo de materiales que luego emplearía en sus piezas sonoras. Con la creciente proximidad se fue haciendo apicultor y a promover la protección y defensa de las abejas y colmenas que implica, también, el de la flora de la que dependen sus ciclos vitales.

 

Aunque su propósito era la instalación de micrófonos, lo que efectivamente logró y para lo cual enseñó módulos de colmenas intervenidas con micrófonos dispuestos hacia el interior de los panales, también con la funcionalidad de streambox, las abejas le han apasionado al punto de estudiarlas para propagar su protección, desarrollar canales de intercambio pedagógico con comunidades e involucrar a las siguientes generaciones en la apicultura mediante la apreciación del sonido y las danzas de las abejas.

 

Envió para su reproducción en VS19 una pieza octofónica en la que el sonido de las abejas y el zumbido de las colmenas es un eje fundamental. Mientras sonaba la obra, las avispas de una colmena cercana que visitan algunas lámparas en el techo del auditorio del CMMAS parecían muy atentas, como lo muestra la foto.