Visiones sonoras 19 – noche 2

 

Visiones Sonoras 19 – 2023
Noche 2

 

El concierto de la segunda noche de Visiones Sonoras 2023 comenzó en la penumbra para la obra que espacializó Jorge Alba. Una pieza electroacústica con la que aprovechó las buenas condiciones del sistema envolvente de bocinas.

 

Me gustaría resaltar, nuevamente, la labor de la curaduría en la programación de las obras en concierto. En este caso, la proyección sonora sin referentes visuales permitió al público concentrar su atención en el tratamiento de los materiales sonoros para apreciar la pieza por lo que es y por la interpretación que ofreció esta noche. La acusmática de la obra contribuyó a una inmersión total y facilitó el establecimiento de distancia sensible entre el bullicio cotidiano y la escucha enfocada dentro de la sala de conciertos. La brevedad de esta pieza o, mejor dicho, la justa duración de la obra en relación con los elementos con los que Jorge Alba la logró, alcanzaron una unidad de sentido que me pareció bien proporcionada. Tanto como el manejo de dinámicas en el volúmen del sonido.

 

Rob Mackay Visiones sonoras 19

La siguiente obra fue de mayor duración que la anterior, lo que se podría explicar por  la intervención de un grupo conformado por Rob Mackay en la flauta traversa acompañado de un trompetista que tocó con sordina y, además, percusiones de mano y otros varios instrumentos, un poeta recitador en vivo, la coreografía y danza de Patty Solórzano y sus colegas bailarinas con la adición de una proyección de video con imágenes del hábitat de la mariposa monarca y videos de las monarca.

 

Una parte indiferenciada del audio en la obra provino del sonido simultáneo transmitido desde el bosque donde se encuentra la streambox a la que Rob Mackay hizo referencia en su presentación de la tarde del lunes 6.

 

Es interesante que gracias a VS19 se junten elementos como flauta, trompeta, teclado de aliento, videos de los bosques, danza coreografiada a partir del estudio de las mariposas monarca, poesía en vivo y el sonido del bosque en la noche del concierto. La coincidencia de todos estos elementos pudo haberse sentido como dispar puesto que la danza no es el resultado de la música o de los elementos sonoros y el video no está estrictamente relacionado con la danza o el sonido, incluyendo el de la voz de la recitación. No obstante, la unidad absoluta de las partes no es el propósito de esta obra. Es más compacta entre los dos músicos y el recitador. La relación entre estos y el video se deja adivinar posiblemente porque imágenes de bosque acompañadas por instrumentos de aliento o campanillas de mano se han usado con frecuencia. Como lo he mencionado respecto de otras obras en concierto, la duración fue, tal vez, mayor que lo que la atención o el transcurso de la pieza son capaces de sostener. A pesar de esto la respuesta del público fue un generoso aplauso al terminar.