Concierto 37 – OSN de Colombia, Tomasz Golka y Timothy Hutchins: K 137/125b, K 313 y K200/189

 

 

 

Segunda edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Mozart, 1 al 4 de abril de 2015

 

15 escenarios en 10 localidades de la ciudad
63 conciertos, más de 500 artistas y 44.000 asistentes

 

Concierto No. 37

Teatro Jorge Eliécer Gaitán

Viernes 3 de abril de 2015, 17:00

 

Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia

Director: Tomasz Golka, Polonia

Solista: Timothy Hutchins, flauta, Reino Unido

 

Divertimento en Si bemol mayor, K 137/125b (1772)

I. Andante

II. Allegro di molto

III. Allegro assai

 

Concierto para flauta No. 1 en Sol mayor, K 313 (1777-78)

I. Allegro maestoso

II. Adagio ma non troppo

III. Rondó: Tempo di Menuetto

 

Sinfonía No. 28 en Do mayor, K 200/189 (1774)

I. Allegro spiritoso

II. Andante

III. Menuetto e Trio

IV. Presto

 

En 1772 Mozart tenía 16 años y se encontraba al servicio de la corte de Salzburgo. No está claro para qué ocasión compuso el divertimento K 137 y sus compañeros K 136 y 138, que los estudiosos asumen como pertenecientes a un mismo grupo. Parecen concordar en que se trata de obras que concibió como cuartetos de cuerdas para dos violines, viola y contrabajo o chelo. Si la circunstancia lo permitía, podía aumentar las cuerdas hasta convertirlos en divertimentos para cuerdas solas ejecutados por una pequeña orquesta de arcos. Y si era necesario, agregaba oboes, flautas y cornos y funcionaban como sinfonías. El divertimento K 137 inicia con el movimiento lento y continúa con los dos rápidos y, contrario a una práctica habitual en su época, no tiene los dos minuetos que eran frecuentes en los divertimentos.

Mozart se alejó de Salzburgo, vía Alemania, con destino a París en 1777. Este viaje resultó trascendental para el compositor que rondaba los 22 años. Viajó en compañía de su madre quien seguía instrucciones de su marido. Esto le permitió divertirse un poco, o bastante, hacer la vida a su propio ritmo y no al que determinaba su progenitor y conversar un poco con su madre acerca de sus planes y perspectivas de modo que ella estuvo del lado de su hijo, con algún quebranto de los designios paternos. Una estación importante en el viaje fue la ciudad de Mannheim, que poseía la orquesta con el mejor sonido de Europa. Era famosa por ser capaz de producir crescendos y decrescendos inigualables, por tener una textura suave única y por realizar ciertos patrones rítmicos con los que se ganaban la inmediata admiración del público. Un trío de compositores escribía abundantemente para la orquesta que maravilló a Mozart. Se trataba Holzbauer, Stamitz y Cannabich, con quien Mozart trabó amistad al punto de ir regularmente a cenar a su casa para después hacer juntos algo de música, darle lecciones a su hija o tener tiempo de sentarse a leer. Un reconocido flautista de la ciudad le transmitió el deseo de un holandés aficionado al instrumento para que Mozart le escribiera varias piezas que incluyeron el presente concierto K 313. El compositor aceptó el encargo con la mente puesta en los honorarios y procedió a componer las obras. Como cumplió parcialmente el encargo, el pago se hizo esperar. Finalmente recibió una parte del dinero y no escribió todas las obras acordadas. No está de más recordar que Mozart no era un amante de la flauta.

Muchos comentaristas estimaron que la sinfonía K 200 era una obra de poca importancia dado que la consideraron superficialmente como pieza característica de la tendencia llamada galante que antecedió a la consolidación del clasicismo. Esta sinfonía consigue cada vez nuevos seguidores puesto que se trata de una verdadera joya sinfónica de Mozart, en la que alcanza un elevado grado de expresión personal por fuera de los moldes del estilo galante, que a Mozart le resultaba insuficiente. Además del encantador empleo de tiempos rápidos y un poco nerviosos, de ritmos cortos y entrecortados, se presenta un compromiso entre los motivos musicales y el gran diseño estructural. Al primer movimiento alegre, descomplicado y entretenido, le sigue un segundo movimiento de gran concentración emocional y profunda significación personal. Para el tercero, retorna la alegría donde los grupos de cuerdas se contraponen en bloques que juegan bajo el matiz que aportan los golpes de timbales y las marcas de los vientos.

 

Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia

El origen de la Sinfónica se remonta a mediados del siglo XIX, cuando se propuso la formación de una Sociedad Filarmónica en Bogotá. Una vez conformada, la Sinfónica fue dirigida por Gerd Rothstein y Olav Roots, entre otros y tuvo como invitados destacados a los compositores Stravinsky y Hindemith. En 2007 surgió una orquesta nueva con la intención de ser dinámica y flexible, promover tanto actividades didácticas como grupos de cámara y conciertos sinfónicos. Para esto la nueva orquesta incorporó instrumentistas de las nuevas generaciones formados dentro y fuera de Colombia. Sin descuidar el repertorio clásico y romántico la OSNC quiere estar al día con la música contemporánea. La Orquesta se enriquece permanentemente con el trabajo de directores y solistas invitados. Entre 2007 – 2012 su director fue el suizo Baldur Brönnimann. La Sinfónica actúa en salas donde busca permanecer en contacto con su público habitual, pero también se presenta en escenarios no convencionales para atender a los oyentes nuevos. Su actual director es Tomasz Golka.

 

Tomasz Golka, director (Polonia)

La familia de Tomasz Golka emigró desde Polonia a México en 1980 y dos años más tarde a los Estados Unidos, lo que le aportó al director y compositor fluidez para expresarse en polaco, español e inglés. Adelantó estudios de dirección en la Universidad de Indiana con David Effron y en el Conservatorio Peabody con Gustav Meir y Markand Thakar. Igualmente ostenta un grado y maestría en violín de la Universidad Rice de Texas. En 2003 obtuvo el premio en el Concurso Internacional de Dirección Eduardo Mata y desde entonces ha dirigido orquestas en Europa y América para deleite del público y aclamación de los comentaristas. En su formación como director en el Festival de Música de Tanglewood, trabajó al lado de James Levine, compartió el escenario con Bernard Haitink y dirigió una versión de época de la Historia del Soldado de Stravinsky. Se desempeñó como Director Musical de la Sinfónica de Lubbock, Texas entre 2007-2012, período de gran crecimiento para la institución. Entre 2010-2014 fue el Director Musical de la Filarmónica del Condado de Riverside, California, agrupación conformada por músicos virtuosos independientes del área de Los Ángeles y se desempeña en este momento como Director Principal de esa orquesta. En mayo de 2014 asumió la dirección de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.

 

Timothy Hutchins, flauta (Reino Unido)

Se trasladó con su familia a Australia y en 1960 a Canadá donde comenzó a aprender la flauta con su padre. Más tarde se trasladó a Inglaterra y siguió sus estudios de flauta en el Trinity College of Music de Londres. Obtuvo su grado en la Guildhall School of Music donde concluyó sus estudios. Regresó a Canadá en 1974 para estudiar en las universidades Dalhousie y MacGill, de la que consiguió su título de maestría casi al tiempo con su designación como flautista principal de la Sinfónica de Montreal. Ha sido solista en numerosas ocasiones en América, Europa y Asia y debutó en el Carnegie Hall de Nueva York bajo la dirección de Charles Dutoit con el concierto de Ibert que fue grabado en el sello Decca. Toca en dúo con su esposa pianista con quien grabó para dicho sello. En otras grabaciones aparece con la orquesta de la CBC de Vancouver dirigida por Mario Bernardi y con I Musici de Montreal y la batuta de Yuri Turovsky ejecutando obras de Honegger y Vivaldi. Ha participado en numerosas temporadas de conciertos de la Sinfónica de Montreal y en grabaciones de más de setenta títulos de esa orquesta, con directores como Dutoit y Nagano. Asimismo ha grabado como invitado con otras agrupaciones bajo la dirección de Ashkenazy, Ozawa, Bernstein y Jansons, entre otros. Hutchins es profesor de flauta en la Universidad de McGill en Montreal y asiste regularmente a festivales en Norteamérica, Japón y el Reino Unido.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org