Concierto 52 – Wiener Brahms Trio: tríos para violín, chelo y piano K 542 y K 496

 

 

 

Segunda edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es Mozart, 1 al 4 de abril de 2015

 

15 escenarios en 10 localidades de la ciudad
63 conciertos, más de 500 artistas y 44.000 asistentes

 

Concierto No. 52

Teatro Colón

Sábado 4 de abril de 2015, 15:00

 

Wiener Brahms Trio, Austria

 

Trío en Mi mayor para violín, chelo y piano, K 542 (1788)

I. Allegro

II. Andante grazioso

III. Finale. Allegro

 

Trío en Sol mayor para violín, chelo y piano, K 496 (1786)

I. Allegro

II. Andante

III. Allegretto

 

Mozart compuso estos tríos con bastante consideración por las posibilidades y demandas del piano, que se desempeña casi como si fueran dos instrumentos en uno, puesto que la mayor parte del tiempo la mano derecha tiene una parte predominantemente melódica, mientras que la izquierda actúa en general como bajo de refuerzo. El violín es un segundo solista, con una voz melodiosa y cantarina. El chelo, en su capacidad para producir potentes notas graves que puede sostener durante todo el tiempo necesario, reforzaba el registro grave del piano que en sus días era aún débil. Esto implica que los tríos los concibió Mozart como piezas para la práctica privada de un pianista meritorio, más frecuentemente una mujer, un violinista hábil, sin excesivas exigencias técnicas, pero fluido en los pasajes de lucimiento y un chelista que replica muchas notas del teclado. En este sentido se trata de obras para piano con acompañamiento de violín y chelo. Comparativamente, vale recordar que los mejores diez y seis tríos de Haydn fueron compuestos luego de fallecido Mozart, por un hombre mayor, con posterioridad a los seis de Mozart, quien escribió el primero de ellos en fecha incierta, eventualmente no antes de 1783, cuando el compositor contaba 27 años, y compuso el último en 1788, a sus 32 años, un par de años ante de morir. Es decir, que abordó todo el género en sólo cinco años.

Los presentes dos tríos están conectados por muchos aspectos. En ambos, el piano es el instrumento principal, con largos pasajes en solitario que reposan para darle participación solista al violín que le sucede en la guía de la obra en un aspecto aún más cantante que el piano. El chelo es muy dependiente de las necesidades del piano pero su registro más agudo goza de independencia. El primer movimiento del K 542 se presenta como una variante en el diseño del primer movimiento del K 496. Para el planteamiento de la forma sonata, la exposición de los temas proviene del piano y el violín los responde, mientras que en el desarrollo, ambos instrumentos comparten el material melódico. El desarrollo de los temas en los dos primeros movimientos es similarmente fundado en el diálogo piano-violín sobre la base de figuras musicales breves. Siguiendo con el K 496, ellas se encuentran condensadas al punto de que la imitación entre instrumentos es tan seguida que ocurre a la distancia de solo medio compás, lo que le da agilidad y ligereza. El tercer movimiento concluye la obra con un tema alegreto sobre una gavota popular en sus días, con un aire burgués y sencillo. El chelo es el último en hacer sentir su protagonismo entre las seis variaciones del tema y lo hace en la variación en tono menor que aborda con dramatismo. El movimiento concluye con una coda. Los estudiosos señalan que la elección de Mozart de un tema con variaciones evidencia su interés por investigar las posibilidades de tramado textural que el trío podía brindar.

 

Wiener Brahms Trio (Austria)

Conformado por la pianista Jasminka Stancul, el violinista Boris Kuschnir y el chelista Orfeo Mandozzi, este trío tuvo un magnífico debut el verano de 1993 en el Festival de Música de Cámara que organiza Gidon Kremer en Lockenhaus, tras el cual recibieron invitaciones a la Philharmonie de Colonia y al Wigmore Hall de Londres. Desde entonces, el Wiener Brahms Trio ha tocado con gran éxito en España, Suiza, Rusia, Inglaterra, Francia, Escandinavia y Eslovaquia. También ha participado en Festivales como el de Primavera de Bregenz y el de Meklenburgo-Antepomerania, así como en las “Noches Blancas” de San Petersburgo. Tras una aclamada velada en la Brucknerhaus de Linz, los miembros del Wiener Brahms Trio interpretaron junto con Yuri Bashmet y Julian Rachlin el quinteto de Robert Schumann en la Konzerthaus de Viena ante un público entusiasta. También colaboran habitualmente con el Trío, Nikolai Znaider y Gérard Caussé. En calidad de conjunto solista esta agrupación ha interpretado  varios triples conciertos: con la Orquesta de Cámara de Viena dirigida por Charles Ansbacher, tocaron el Triple Concierto de Beethoven en la Konzerthaus vienesa y en el Festival de Primavera de Bregenz, bajo la dirección de Philippe Entremont, y de nuevo, con gran éxito, con la Orquesta Nacional Irlandesa en el National Concert Hall de Dublín, dirigidos por Gerhard Markson. En Luxemburgo, el Trío interpretó el Triple Concierto de Bohuslav Martinú, con los Solistes Européens dirigidos por Jack Händler. Boris Kuschnir utiliza el violín Stadivarius La Rouse-Cremont datado en Cremona en 1698. Se trata de un préstamo del Banco Nacional de Austria desde 1991, en reconocimiento a su elevado desempeño artístico y los servicios prestados a la música. El chelo que toca Orfeo Mandozzi fue construido en Cremona por Francesco Ruggeri en 1675.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org