Coro de la Ópera de Colombia: selección de obras místicas y amorosas

 

 

 

Coro de la Ópera de Colombia

Director: Luis Díaz Hérodier, El Salvador

 

Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

Sábado 14 de mayo de 2016, 20:00

 

Morten Lauridsen (Estados Unidos, 1943)

Dirait-on (Diríamos que) (1993) (Rainer-Maria Rilke)

O Magnum Mysterium (1994)

Soneto de la Noche (2005) (Pablo Neruda)

 

Randall Stroope (Estados Unidos, 1953)

Amor de mi alma (2007) (Garcilaso de la Vega)

 

Jake Runestad (Estados Unidos, 1986)

Nada te turbe (2012) (Santa Teresa de Ávila)

 

Dimitri Bortniansky (Rusia, 1751-1825)

Concierto Sacro No. 24 (c 1800)

Salmo 121

 

Serguei Taneyev (Rusia, 1756-1915)

De Doce coros a capella, Op. 27 (1909) (Yakov Polonsky)

Noche

Contempla cuánta oscuridad

 

Gueorgui Svirídov (Rusia, 1915-1998)

Canciones de Kursk, cantata sobre textos tradicionales (1964)

 

Luis Antonio Escobar (Colombia, 1925- Estados Unidios, 1993)

Cántica de cantas colombianas (1960)

Cántica 18, Lucero de la mañana

 

Óscar Olaya (Colombia, 1975)

Auriga Equi Albi

 

Luis Díaz Herodier (El Salvador)

Sensemayá (Nicolás Guillén)

 

Entre las obras que conforman el presente programa resalta su carácter místico y amoroso. Ese es el caso de los poemas en las piezas de Lauridsen que comienza con una obra de Rilke de comienzos del siglo XX, continúa con un motete del que dejaron muestras magníficas compositores como Morales, Victoria y Palestrina en el renacimiento y cierra con el soneto de Neruda, una consideración sobre el amor más allá de la muerte.

El poema de Garcilaso (1539-1616) en la obra de Stroope, exalta la nobleza del amor por la dama y refleja esa connotación del Siglo de Oro con la que el amante a la vez propone y está atado a los sentimientos de amor.

El muy místico y católico poema de Santa Teresa de Ávila o de Jesús (1515-1582) propuso al compositor Runestad el doble reto de ponerle música valiéndose de recursos como los de Victoria en el siglo XVI y a la vez dentro de las posibilidades vocales para este compositor del siglo XXI.

Bortniansky adaptó mucho de lo aprendido de sus maestros italianos como Baldasare Galuppi y lo puso al servicio de la música coral a capella con peculiaridades rusas y la preferencia por las voces graves masculinas. Sus conciertos sacros son obras a capella correspondientes a la práctica instrumental italiana que sus maestros habían llevado a la música coral en la Rusia de la emperatriz Catalina la Grande.

Las dos piezas de Taneyev están basadas en poemas de Yacov Petrovich Polonsky, un autor de preferencias románticas que seguía las inclinaciones del venerado poeta ruso Serguei Pushkin.

Un siglo después de Polonsky, nació el compositor ruso Svirídov. Su vida transcurrió durante la era soviética. Compuso numerosas obras basadas en textos de poetas como Pushkin, entre otros. En 1965 le encargaron la música para una película. La pieza es breve y enérgica al punto que la adoptaron para el noticiero de televisión del canal central soviético. La pieza caló de tal forma que para las olimpiadas de 2014 volvió a ejecutarse aun cuando el compositor ya había fallecido y la Unión Soviética se hallaba disuelta.

El maestro Luís Díaz Hérodier escogió las obras de compositores rusos en este programa como aporte anticipado del Coro y suyo propio a la celebración de música de compositores rusos que tendrá lugar en 2017 en el Festival Internacional de Música que organiza el Teatro Mayor.

Como lo señala la pianista Amparo Ángel, responsable de la edición de EAFIT de las Cánticas de Escobar para coro a capella, estas obras “transmiten de forma directa el sentir de los campesinos, de quienes [Escobar] estuvo rodeado en su infancia. La copla popular, generalmente octosilábica, que se ha conservado oralmente por generaciones, conlleva sabiduría y finura que él supo valorar y que le sirvió de inspiración. Las Cánticas son obras cortas, directas y en determinados momentos, rememoran aires del folclor de la zona andina de Colombia: el bambuco y el torbellino”.

Dos obras recientes cierran el presente programa. La obra del joven compositor colombiano Óscar Olaya que compuso para el Coro Zelva Sonática, agrupación que se encargó de su estreno, es una pieza dotada con técnicas vocales de sabor contemporáneo. Y al final, el poema Sensemayá del cubano Nicolás Guillén, obra musical del maestro Luís Díaz, en que la poesía de Guillén, repleta de música, proyecta tanto el contenido literal del poema como sus aspectos musicales.

 

 

Morten Lauridsen

Dirait-on de Rainer-Maria Rilke (1875-1926)

 

Abandon entouré d’abandon,

tendresse touchant aux tendresses…

C’est ton intérieur qui sans cesse

se caresse, dirait-on ;

se caresse en soi même,

par son propre reflet éclairé.

Ainsi tu inventes le thème

du Narcisse exhaucé.

 

Diríamos que

 

 

Abandono, rodeado de abandono,

ternura tocando las ternuras …

Es tu interior que sin cesar

diríamos que se acaricia;

se acaricia a sí mismo,

por su propio reflejo esclarecido

Así tu inventas el tema

de Narciso satisfecho.

 

Versión de Ricardo Rozental

 

 

 

O magnum mysterium

Et admirabile sacramentum

Ut animalia viderent Dominum natum

Jacentem in praesepio!

Beata Virgo, cujus viscera

Meruerunt portare

Dominum Christum

Alleluia

 

 

¡Oh gran misterio,

y maravilloso sacramento,

que los animales vean al Señor nacido

acostado en un pesebre!

Bienaventurada la Virgen, cuyo vientre

Mereció llevar

al Señor Cristo.

Aleluya.

 

Versión de Ricardo Rozental

 

 

Soneto de la noche

De  Pablo Neruda (1904-1973)

 

Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojos:

quiero la luz y el trigo de tus manos amadas

pasar una vez más sobre mí su frescura:

sentir la suavidad que cambió mi destino.

 

Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,

quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,

que huelas el aroma del mar que amamos juntos

y que sigas pisando la arena que pisamos.

 

Quiero que lo que amo siga vivo

y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,

por eso sigue tú floreciendo, florida,

 

para que alcances todo lo que mi amor te ordena,

para que se pasee mi sombra por tu pelo,

para que así conozcan la razón de mi canto.

 

Randall Stroope

Amor de mi alma

Del Soneto V

De Garcilaso de la Vega (1539-1616)

 

Yo no nací sino para quereros;

Mi alma os ha cortado a su medida;

Por hábito del alma misma os quiero.

 

Escrito está en mi alma vuestro gesto;

Yo lo leo tan solo que aún de vos

Me guardo en esto.

 

Cuanto tengo confieso yo deveros;

Por vos nací, por vos tengo la vida,

Y por vos he de morir y por vos muero.

 

 

Jake Runestad

Nada te turbe 

De Santa Teresa de Ávila (1515-1582)

 

Nada te turbe;

nada te espante;

todo se pasa;

Dios no se muda,

la paciencia

todo lo alcanza.

Quien a Dios tiene,

nada le falta.

Solo Dios basta.

 

 

Dimitri Bortniansky

Concierto Sacro No. 24

Salmo 121

Versión Reina Valera 1960

 

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?

Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.

No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.

He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.

Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.

Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.

Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.

 

Serguei Taneyev

Yakov Polonsky (1819-1898)

Traducciones de Marina Valentinovna de Cuéllar

marinadecuellar@hotmail.com

 

Noche

La llama del crepúsculo se apaga

Y derrama chispas por el cielo

Se trasluce el mar resplandeciente.

Cesó la algarabía discorde de cascabelitos

En el camino ribereño la sonora canción de arrieros

Se perdió en el bosque espeso.

En la niebla transparente apareció y se ocultó la gaviota chillona,

Se mece la espuma blanca cerca de la espuma gris

Como un niño adormecido en su cuna

Como perlas, las gotas de rocío refrescante

Penden de las hojas del castaño,

Y en cada gota tiembla la llama del crepúsculo que se apaga.

 

Contempla cuánta oscuridad

Mira, que niebla flota sobre el fondo de los valles.

Bajo el velo transparente en la sombra soñolienta de los sauces

Pálidamente brilla el lago

Pálidamente brilla el lago

Mira que niebla flota sobre el fondo de los valles

La pálida luna insensible en la espesa multitud de nubes grises

Vaga en el cielo sin un refugio y diáfana dirige a todo su rayo fosforescente.

 

 

Gueorgui Svirídov

Canciones de Kursk sobre textos tradicionales

 

Canción 1

Roblecito verde, roblecito verde

El tilo es más verde.

Padre, la madrecita es más entrañable

El amiguito es más querido

Con mi padre y mi madre

Yo riño, el pecado asumo

Con mi amiguito querido me encontrare

Hablare con él hasta saciarme.

 

Canción 2

¡Canta alondrita!

¡Canta alondrita!

Canta tú, canta tú

En invierno en un claro

En primavera en un deshelado.

 

Canción 3

En la ciudad las campanas suenan

En el terem las velas arden

En el terem las velas arden

La madrecita está rezando a Dios

La hija recibe la bendición,

Bendíceme, bendíceme, madrecita

Ir al juicio divino.

 

Canción 4

Ay, qué pena para mi cisne pequeño

Ay que se le crecieron plumas blancas

Ay no son plumas, sino la belleza de la doncella

Ay que la muchacha tiene trenza despeinada,

Ay que ahora, hijita,

No puedes pasear.

Ay, que ahora tienes que al pequeño acunar

Ay, que ahora tienes que al pequeño acunar

Ay, que ahora tienes que al pequeño criar.

 

Canción 5

Que compró Vanka una guadaña nueva

Para segar su prado

Ay que segó Vanka la hierba ajena

Y la suya está allí, se marchita

Ay que amó Vanka a la mujer ajena

Y la suya allí está, llora

Ay como solloza y a Vanka regaña,

Ay de ti, hijo de perra, Vaniushka

¿Para qué te casaste?

Si yo, muchacha bonita, lo supiera

No me casaría, no echaría a perder la trenza

Hijo de perra Vanka.

 

Canción 6

Ruiseñor mío angustiado

Angustiado, triste.

Bajó la cabecita, no picotea los granos

Ay, picotearía yo los granos

Pero no tengo libertad

Ay, cantaría yo las canciones

Pero no tengo voz.

La jaula de oro

Ay, me seca a mi

Ay, la rama verde me alegra.

 

Canción 7

Al otro lado del rápido río

Hay cuatro haciendas

Oi, leli, oi, leli  Cuatro haciendas

Y todas son de mis compadres queridos

Oi, leli, oi, leli  mis compadres

Compádrense, quiéranse, quieran a mí

Si van al verde jardín, llévenme a mí

Oi, leli, oi, leli

Mundillo, frambueso, flor celeste

Charla alegre, donde mi padrecito está tomando

Con la primera copa me recordará

Con la segunda manda un mensajero

Después de la tercera copa mi padrecito viene.

 

 

Luis Antonio Escobar

Cántica 18

Lucero de la mañana

 

A Amparo Ángel

 

Lucero de la mañana

de la mañana lucero

¿cómo te vas y me dejas

siendo yo tu compañero?

 

¿Cómo te vas y me dejas

sabiendo que yo te quiero?

¿Cómo te vas y me dejas

si yo soy el que te quiero?

 

 

Óscar Olaya

Luis Díaz Hérodier

Sensemayá, canto para matar una culebra

De Nicolás Guillén (1902-1989)

 

¡Mayombe—bombe—mayombé!

¡Mayombe—bombe—mayombé!

¡Mayombe—bombe—mayombé!

 

La culebra tiene los ojos de vidrio;

la culebra viene y se enreda en un palo;

con sus ojos de vidrio, en un palo,

con sus ojos de vidrio.

 

La culebra camina sin patas;

la culebra se esconde en la yerba;

caminando se esconde en la yerba,

caminando sin patas.

 

¡Mayombe—bombe—mayombé!

¡Mayombe—bombe—mayombé!

¡Mayombe—bombe—mayombé!

 

Tú le das con el hacha y se muere:

¡dale ya!

¡No le des con el pie, que te muerde,

no le des con el pie, que se va!

 

Sensemayá, la culebra,

sensemayá.

Sensemayá, con sus ojos,

sensemayá.

Sensemayá, con su lengua,

sensemayá.

Sensemayá, con su boca,

sensemayá.

 

La culebra muerta no puede comer,

la culebra muerta no puede silbar,

no puede caminar,

no puede correr.

La culebra muerta no puede mirar,

la culebra muerta no puede beber,

no puede respirar

no puede morder.

 

¡Mayombe—bombe—mayombé!

Sensemayá, la culebra…

¡Mayombe—bombe—mayombé!

Sensemayá, no se mueve…

¡Mayombe—bombe—mayombé!

Sensemayá, la culebra…

¡Mayombe—bombe—mayombé!

Sensemayá, se murió.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org