Kammerorchester Basel y Daniel Hope: obras de Vivaldi, Bach, Bartók, Mendelssohn y El Khoury

 

 

Kammerorchester Basel, Suiza

Director y solista: Daniel Hope, violín, Gran Bretaña/Irlanda

 

Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

Viernes 6 de mayo de 2016, 20:00

 

 

Antonio Vivaldi (Italia, 1678 – 1741)

Concierto para dos violines en la menor, RV 522 (1711)

I. Allegro

II. Larghetto e spiritoso

III. Allegro

 

Stefan Wirth (Suiza, 1975)

Through The Looking Glass (A través del espejo) para violín y orquesta de cuerdas (2015)

 

Bela Bartók (Hungría, 1881 – Estados Unidos, 1945)

Divertimento para orquesta de cuerdas, Sz 113, BB 118 (1939)

I. Allegro

II. Andante

III. Allegro

 

Johann Sebastian Bach (Alemania, 1685 – 1750)

Concierto para dos violines en re menor, BWV 1043 (1717-23?)

I. Vivace

II. Largo, ma non tanto

III. Allegro

 

Bechara El Khoury (Líbano, 1957)

The Unfinished Journey (El viaje inconcluso) para violín y orquesta de cuerdas (2009)

 

Felix Mendelssohn – Bartholdy (Alemania, 1809 – 1847)

Concierto para violín y cuerdas en re menor (1822)

I. Allegro

II. Andante

III. Allegro

 

Esta obra de Vivaldi tiene fama de ser el origen del concierto de oposición, en el que los instrumentos solistas tienen partes líricas, muy similares a las que podrían haberse asignado a voces cantantes. Intercambian motivos ornamentales, ritmos incisivos y figuras melódicas. Son frecuentes los pasajes donde el primer violín acompaña al segundo y otros como de diálogo con el conjunto de las cuerdas.

Stefan Wirth es integrante del cuarteto de pianos Gershwin que interpreta piezas con sabor jazzístico o de blues de George Gershwin (1898-1937). Asimismo, es intérprete del repertorio de cámara y uno de los más renombrados compositores de Suiza. En esta pieza, Wirth hace una analogía con la novela A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, de Lewis Carroll. De acuerdo con lo dicho por el compositor para el estreno francés de su obra, cuando Alicia pasa al través del espejo se encuentra un mundo que es el inverso del nuestro y obedece a sus propias leyes, con una lógica en apariencia absurda, aunque responde a movimientos regulados y libres, como los de piezas de ajedrez. Wirth traduce esta visión en su obra al dar al violín solista las propuestas importantes cuando ejecuta cuerdas pulsadas. En otros instantes, el solista se comporta pasivamente como una imagen invertida de la anterior y el grupo toca como un todo. Dicha imagen reflejada adquiere vitalidad propia y el solista busca sus referentes en un ambiente extraño, como lo haría Alicia; se escapa muchas veces del país encantado y vuelve a verse frente al espejo, de este lado de la realidad, donde el conjunto sigue sus propuestas solo fugazmente para volver a pasar del otro lado.

El director de orquesta Paul Sacher (1906-1999) fundó la Orquesta de Cámara de Basilea en 1926. Su primer encuentro con Bartók ocurrió en 1929 y siete años más tarde le encargó Música para percusión, cuerdas y celesta. En 1939, en medio de la enfermedad final de la madre de Bartók, cuando el compositor se hallaba en apretada situación económica en una Europa en guerra, recibió un nuevo encargo de Sacher, esta vez para una obra menos demandante que la anterior. Bartok se trasladó al chalet de Sacher y en dos semanas produjo el Divertimento para orquesta de cuerdas. La obra recuerda ciertas interacciones entre los músicos de los concerti grossi del barroco italiano, aunque con una pulsión rítmica que hace pensar en las investigaciones etnomusicológicas de Bartók. Esta fue la última obra compuesta por Bartok antes de emigrar a los Estados Unidos cuando su país, Hungría, se unió a los nazis.

El doble concierto de Bach es un tributo al ingenio de los italianos del norte y su capacidad para producir obras dentro del novedoso medio del concierto para instrumento solista. En este doble concierto la orquesta tiene una participación más menguada que en los de violín solo, pues apenas logra distinguirse del grupo del continuo y no tiene las complejidades de contrapunto que Bach le asignó en los otros conciertos. Hay quienes sostienen que su modelo habría sido Giuseppe Torelli (1658-1709) lo que sería evidente desde el inicio por la participación de la orquesta en un tipo de fuga sutil que no resta protagonismo a los violines solistas.

Bechara El-Khoury es poeta y compositor. Nació en Beirut en una familia cristiana pero debió abandonar su país en 1979, como consecuencia de la guerra permanente, para establecerse en París. Luego de publicar varios libros de poesía, habiendo concluido estudios avanzados de composición y con obras suyas ejecutadas por orquestas de gran renombre, se publicaron varios CDs con sus obras a los que se suman los de su acuerdo con el sello Naxos. En marzo de 2009 en Berlín, ciudad donde falleció el violinista Yehudi Menuhin, se le rindió un homenaje al conmemorarse diez años de su muerte. La Kammerakademie Potsdam con Daniel Hope al frente, ejecutó The Unfinished Journey de El-Khoury, pieza que toma el título del libro autobiográfico de Menuhin de 1976.

En 1951 llegó a manos de Menuhin un concierto de violín de Mendelssohn escrito cuando el compositor tenía apenas trece años. Desde entonces, Menuhin se esforzó para que esta obra se integrara al repertorio de conciertos de violín. Como en tantas otras composiciones de Mendelssohn, el modelo del que partió en este concierto es el del Beethoven en su tercer y último período, con recursos más románticos que clásicos. Lo que consiguió Mendelssohn, no obstante, es una obra personal, no una imitación.

 

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org