OFB y Eduardo Carrizosa: obras de Mejía, Uribe Holguín y Dvořák

 

Orquesta Filarmónica de Bogotá

Director: Eduardo Carrizosa, Colombia

 

Viernes 6 y sábado 7 de octubre de 2017, Auditorio León de Greiff

 

 

Programa

 

Adolfo Mejía Navarro (Sincé, Sucre, 1905 – Cartagena, Bolívar, 1973)
Íntima, poema sinfónico (1947)

Guillermo Uribe Holguín (Bogotá, 1880-1971)
Sinfonietta campesina

 

Intermedio

 

Antonin Dvořák (Chequia, 1841-1904)
Sinfonía No. 6 en re mayor, Op. 60, B. 112 (1880)
I. Allegro non tanto
II. Adagio
III. Scherzo (Furiant). Presto
IV. Finale. Allegro con spirito

 

Notas a programa

 

Hay unos paralelos en la vida de los compositores Mejía y Uribe. Ambos demostraron gran talento musical desde su infancia y en pocos años se habían convertido en centros de atracción de sus maestro y condiscípulos para pasar pronto a ser instructores. Su primer contacto con un gran centro de la música fue Nueva York y ambos se vieron premiados, a su regreso, en concursos que les permitieron ir a París a continuar sus estudios. Los dos regresaron a Colombia y se quedaron, pero las diferencias entre ambos resultan importantes. Uribe fue próximo al compositor francés Vincent D’Indy, un conservador en materia musical y reaccionario en asuntos políticos y sociales, lo que pudo haber coincidido con su propia concepción de música y vida. De ahí que retornó a Colombia para encabezar la transformación de la Academia de música en el Conservatorio Nacional del que fue maestro y director determinando una línea muy afrancesada en la formación de los músicos colombianos. Su aporte a que naciera la Orquesta Sinfónica Nacional fue igualmente decisivo. A sus méritos se agrega el más sobresaliente como compositor de obras de una solidez de planteamientos que demuestran que Uribe aprendió las lecciones de París y las aplicó en la Sabana de Bogotá. Uribe debió soportar las críticas de lo que el musicólogo Egberto Bermúdez destaca en el nacionalismo musical colombiano como un movimiento que quiso ser importante. Y es allí, en el nacionalismo, donde encaja parcialmente la obra de Adolfo Mejía. Porque si Uribe no aspiró a componer música en la tradición popular, Mejía, por el contrario, no encontró que la corriente de tradición académica se opusiera a la vena popular. En París, Mejía buscó a la pedagoga Nadia Boulanger, maestra de Piazzolla y Copland entre varios otros a quienes estimuló a que hicieran la música que les nacía y no la que su entorno parecía señalarles como su deber. Mejía fue muy viajero, pero se quedó en Cartagena donde compuso mucha música, toco su guitarra, la flauta y el piano en composiciones repentinas o labradas con trabajo.

 

A Dvořák se lo asocia con el nacionalismo musical checo y como anota el historiador de la música Richard Taruskin, no usó melodías checas auténticas aun cuando podría haberlo hecho y el estilo checo con el que se presentó ante el mundo guardaba poca relación con el estilo checo que los checo reconocían como checo. Sostiene Taruskin que el nacionalismo temprano de Dvořák fue su manera de aprovechar la oportunidad de presentar un elemento turístico para ser tenido en cuenta en los grandes centros musicales como Viena, es decir, como un producto exótico.  Su Sexta fue la primera de sus grandes obras en gozar de buena reputación y la primera de Dvořák en publicarse. En la Sexta hay referencias expresas a dos alemanes que hicieron de Viena su centro de actividad: Beethoven y Brahms; este último, supuesto protector de Dvořák y modelo del conservadurismo musical que en términos sinfónicos marcó la manera de componer del checo. Los estudiosos han precisado detalles de la Sexta de Dvořák que remiten a la Segunda de Brahms y la Tercera de Beethoven. De otra parte, el tercer movimiento tiene aspectos en el ritmo y métrica que recuerdan una danza tradicional checa basada en una conocida canción del país. No obstante, puesto que no hay transcripción o cita de esa canción sino apenas algunas características comunes, se trata aquí de un aspecto nacionalista debatido o, en el mejor de los casos, bastante diluido en un recipiente que es, en general, aceptable ante los moldes vieneses de la época, marcados por las obras de Brahms.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud de la Orquesta Filarmónica de Bogotá a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.filarmonicabogota.gov.co