OSN de Colombia, Benjamin Northey y Mark Atkins: obras de John Antill, Peter Sculthorpe, Paul Stanhope y Richard Meale

 

 

Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia

Director: Benjamin Northey, Australia

Solista: Mark Atkins, diyiridú

 

Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

Viernes 11 de octubre de 2013, 20:00

 

 

John Antill (1904 – 1986)

Corroboree, Suite No 2 (1950)

Welcome Ceremony (Ceremonia de bienvenida)

Dance of the Evening Star (Danza de la estrella vespertina)

Rain Dance (Danza de la lluvia)

Procession of Totems and Fire Ceremony (Procesión de totems y ceremonia del fuego)

 

Peter Sculthorpe (1929)

Earth Cry (Grito de la tierra) (1986)

 

Paul Stanhope (1969)

Variacones sobre un tema de Vaughan Williams (2003)

 

Richard Meale (1932 – 2009)

Tres piezas sobre Miró (2002)

Perro ladrando a la luna

Lección de danza del gato (Interior holandés II)

Canción de ruiseñor a media noche y lluvia matinal

 

El director invitado, Benjamin Northey, considera que este programa da al público asistente un vistazo panorámico de la música clásica australiana. Así, la obra de Antill presenta el interés que la cultura y las tradiciones aborígenes despertaban en el país que recién se apartó del Imperio británico en la II Guerra Mundial. Si bien hoy Corroboree es considerada como simplificadora de los valores aborígenes, esta es la obra más conocida de Antill y la primera obra para orquesta con tema aborigen en ser interpretada dentro y fuera de Australia. La obra dio comienzo a una manera moderna de componer  en ese país y fue concebida entre 1937–46 como música para ballet. Antill produjo dos versiones instrumentales derivadas, la segunda de las cuales inicia este programa. Corroboree es el nombre de la ceremonia más reconocida que practican numerosos pueblos australianos. Es un nombre genérico para múltiples eventos que varían según el pueblo, la región, el sentido y los elementos que la configuran. Presenta patrones rítmicos que sus ejecutantes repiten al chocar trozos de madera, que en ocasiones pueden ser un par de bumeranes. Los asistentes están invitados a participar en la danza-teatro-ceremonia, que se ha convertido en una forma de dar a conocer la cultura aborigen que los abuelos de los actuales ejecutantes tenían prohibido practicar. De esta diversidad de elementos Antill tomó algunos personajes, junto con aspectos rítmicos.

Benjamin Northey señala que Peter Sculthorpe es quizá el más conocido y más frecuentemente interpretado de los compositores australianos. Para el compositor, formado en la tradición de la música académica de occidente, fue crucial recoger influencias de la música de polinesia tanto como nutrirse de la música de los aborígenes de su país. Este elemento lo entiende Sculthorpe como una aspiración aún lejana para la sociedad australiana y sobresale en Earth Cry. La obra inicia con una carga emocional en la que los golpes de timbal y los instrumentos que se ejecutan en grupos compactos y al unísono sientan el carácter grave inicial. Le sigue una sección rápida marcada ardente que apunta a esa nota positiva con la que Sculthorpe quiere marcar el ánimo de sus composiciones. El empleo del diyeridú habla de la voluntad de integrar el saber aborigen a la cotidianidad australiana. Este es uno de los más antiguos instrumentos de viento. Se trata de un cilindro de madera carente de orificios o válvulas en el que el sonido depende de la vibración de los labios que generan tonos graves. El intérprete agrega sonidos guturales, golpes sobre el instrumento, imitación de ruidos de animales, movimientos con la lengua que aportan al ritmo y el difícil manejo de la técnica conocida como respiración circular en la que mientras se exhala por la boca para sostener el sonido del instrumento, se inhala por la nariz, para mantener el flujo ininterrumpido de aire.

En 1567, el compositor inglés Thomas Tallis, famoso en la época isabelina por su manejo de la polifonía, aportó varias piezas al libro de salmos del arzobispo de Canterbury. Entre ellas, una que en 1910 el compositor británico Ralph Vaughan Williams tomó como base para sus Variaciones sobre un tema de Thomas Tallis. Si bien en la obra de Tallis no se emplean sino voces, en la de Vaughan Williams sólo se escuchan instrumentos de cuerda. Stanhope tomó un himno de Vaughan Williams como base para sus variaciones y orquestó la obra en seis secciones que se ejecutan de manera continua empleando una gran orquesta sinfónica con una sección de percusión ampliada. La obra se inicia con la sección Fanfarrias. Le sigue Lúgubre, en la que aparece la melodía del himno en referencia a Vaughan Williams. La sección Percusiva conecta con energía con la sección Negativo fotográfico – Corales con bajo caminante, en la que parte de la textura musical se obtiene mediante diversos opuestos y luego la sección deriva hacia lo jazzístico. Reaparece, enseguida, la sección de Fanfarrias, mucho más jovial que antes, pero pronto cede su energía para dar entrada al Himno, última sección que concluye la obra con una descarga.

Tres piezas sobre Miró, según rememora Northey, hace parte de las creaciones de Richard Meale en las que manifestó gusto por componer melodías tonales llenas de lirismo, en contraste con sus obras tempranas enmarcadas dentro de las vanguardias. Esta obra es la respuesta musical de Meale a unos cuadros de Joan Miró. El compositor incluyó alusiones al rasgueo de una guitarra, para el primer cuadro, en reconocimiento al origen ibérico de Miró. Una escalera escuálida pero primordial en el cuadro, con cinco escalones, le sugirió una escala pentatónica. Para el segundo cuadro, Miró partió de una pintura holandesa del siglo XVII en la que un grupo de personas se divierte haciendo bailar a un gato. Miró siguió la disposición original, pero redondeando cada figura en manchones de color. Meale dice que el clarinete al comienzo se refiere a las patas del gato bailarín; un tema cromático descendente representa sus lamentos; y que, envueltas en un aire de carácter español, hay sugerencias de música de danza. El último cuadro de Miró dispone sobre un fondo, numerosos globos de color contrastante como constelaciones en suspenso. Esto sugirió a Meale una música de carnaval a la que retorna el tema de apertura para darle ocasión de cantar al ruiseñor.

 

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org