Concierto 11 – ON Rusa, Mikhail Pletnev y Alexei Volodin: obras de Glinka, Tchaikovsky y Rachmaninov

Tercera edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es la Rusia Romántica, 12 al 17 de abril de 2017

17 escenarios en 10 localidades de la ciudad
50 conciertos, 19 compositores y 45.477 asistentes

Concierto No. 11

Teatro Mayor

Jueves 13 de abril de 2017, 16:30

Orquesta Nacional Rusa

Director: Mikhail Pletnev, Rusia

Solista: Alexei Volodin, piano, Rusia

Mijaíl Glinka (Rusia, 1804 – Alemania, 1857)

Jota Aragonesa (1845)

Piotr Ilich Tchaikovsky (Rusia, 1840 – 1893)

Concierto para piano No. 2 en sol mayor, Op. 44 (1879 – 1880)

I. Allegro brillante e molto vivace

II. Andante non troppo

III. Allegro con fuoco

Sergei Rachmaninov (Rusia, 1873 – EUA, 1943)

Sinfonía No. 2 en mi menor, Op. 27 (1906 – 1907)

I. Largo – Allegro moderato

II. Allegro molto

III. Adagio

IV. Allegro vivace

La holgura económica de Glinka le permitió tomar unas cuantas lecciones con destacados músicos visitantes en San Petersburgo y, más adelante viajar a Italia de donde provenía entonces el gusto operístico ruso. No existían entonces los conservatorios de San Petersburgo y Moscú. Glinka pasó cerca de un año en Milán y se inscribió en el conservatorio donde cursó materias como orquestación, en la que tuvo buen desempeño y contrapunto, que pasó con molestia y dificultad.

En esa ciudad conoció a Berlioz e inició una amistad y relación profesional que se prolongó hasta la temprana muerte de Glinka. En 1834, tras el anuncio de la muerte de su padre, el ruso retornó a su país desde Berlín. Posteriormente, compuso una ópera de gran éxito, La vida por el Zar, estrenada en San Petersburgo en 1836 y se embarcó en su siguiente ópera, Ruslan y Liudmila que se estrenó en 1842 sin buen resultado. Para sobreponerse a la decepción viajó a Francia, donde permaneció una temporada larga con frecuentes encuentros y caminatas con Berlioz. De allí, Glinka siguió a España, se instaló en Valladolid y trabó amistad con un guitarrista quien le interpretaba jotas aragonesas con múltiples variaciones. El compositor tomó nota para integrarlas al proyecto de fantasías pintorescas que se había propuesto elaborar como resultado de este viaje europeo. Logró trabajar en la obra cuando se trasladó a Madrid y su viaje europeo continuó hasta que murió, súbitamente, en Alemania.

Tchaikovsky había considerado que su segundo concierto para piano lo estrenara Nicolai Rubinstein, el pianista y compositor que fundó el conservatorio de San Petersburgo. Pero Rubinstein murió en 1881 sin lograrlo. La obra tiene un primer movimiento largo, seguido de un extenso segundo movimiento que mereció críticas y sugerencias de que lo revisara y le hiciera recortes considerables. Tchaikovsky se negó y declaró, con frecuencia, que este era su favorito. Tras su muerte, el pianista, compositor y maestro del conservatorio de Moscú, Alexander Siloti, primo de Rachmaninov, le hizo importantes recortes a los primeros dos movimientos de la obra y esta versión circuló como la establecida hasta 1955, cuando se publicó la original de Tchaikovsky, que ha ido ganando terreno entre los intérpretes y el público.

Rachmaninov, al igual que Tchaikovsky, aprovechó a su manera la influencia y el ejemplo de Nicolai Rubinstein como pianista, compositor, recitalista y solista frente a la orquesta. Rachmaninov sorprendió a sus contemporáneos rusos y les hizo fundar grandes esperanzas desde cuando, a los diecinueve años, mostró su extraordinario talento como compositor y pianista. Poco después de la Revolución Rusa de 1905, Rachmaninov comenzó a trabajar en su segunda sinfonía. La obra se estrenó a comienzos de 1908 y está dedicada a Serguei Taneyev, quien estrenó numerosas obras de Tchaikovsky y llegaría a ser un compositor reconocido. El propio Rachmaninov dirigió el estreno. Fue recibida con tal entusiasmo que le permitió recuperarse emocionalmente, luego de los sucesos del estreno de su primera sinfonía. Pudo entonces restaurar la confianza en sus capacidades y salir de la frustrante depresión que melló sus fuerzas como compositor y pianista.

Orquesta Nacional Rusa

En 1990, el pianista y director Mikhail Pletnev fundó la Russian National Orchestra (RNO) como institución privada patrocinada por individuos, empresas y fundaciones de Rusia y el exterior y se convirtió en la primera orquesta privada en recibir apoyo financiero estatal de la Federación Rusa. También fue la primera orquesta rusa en presentarse tanto en el Vaticano como en Israel, y sus giras han incluido países de Europa, Asia y América. La RNO acude a festivales como los Proms de la BBC, los de Shangai y Edimburgo. Es la encargada de abrir la temporada musical de su propio Gran Festival. Los conciertos de la RNO se transmiten por la National Public Radio (NPR) de los Estados Unidos, las emisoras de la Unión Europea y por el canal ruso Kultura. La RNO comenzó a grabar en 1991 y su catálogo supera los ochenta títulos entre los que se encuentran las sinfonías y conciertos para piano de Beethoven en Deutsche Grammophon, además de las sinfonías de Tchaikovsky y las de Shostakovich para Pentatone. La RNO fue la primera orquesta rusa en recibir un Grammy en 2004 por su grabación de las obras Pedro y el lobo de Prokofiev y Huellas de lobo del francés Jean-Pascal Beintus, dirigida por Kent Nagano y narrada, en español, por Antonio Banderas.

Mikhail Pletnev, director (Rusia)

Mikhail Pletnev es hijo de músicos y desde muy temprana edad aprendió a dirigir, tocar el piano y varios instrumentos más. En su adolescencia ingresó al Conservatorio de Moscú. Se desempeñó como pianista de concierto y recitalista, y pronto se hicieron progresivamente frecuentes sus compromisos como director de orquesta, administrador de emprendimientos culturales y asesor en temas de cultura. A esta labor se suman sus composiciones, arreglos y transcripciones de piezas muy conocidas del repertorio, además de grabaciones en estudio o en vivo. Cuando apenas contaba veintiún años, ganó la medalla de oro y primer premio en el concurso Tchaikovsky de piano. Mientras la Unión Soviética terminaba de deshacerse, en 1990 Pletnev fundó la primera orquesta independiente de su país, la Orquesta Nacional de Rusia (ONR). Esto atrajo a músicos talentosos con una mentalidad innovadora en cuanto a la interpretación de las obras y la orientación de su trabajo. Pletnev sostiene que esta orquesta ha sido su dicha máxima y ahora mantiene sus responsabilidades como director tanto en lo artístico, como en calidad de director principal. Como director invitado, Pletnev actúa con frecuencia frente a orquestas como la Philharmonia de Londres, Mahler Chamber Orchestra, las Filarmónicas de Tokio y de Los Ángeles, las sinfónicas de Londres y de Birmingham y la del Concertgebouw de Ámsterdam, entre otras. En 2008 fue nombrado para desempeñarse como el primer director invitado de la Orchestra della Svizzera Italiana de Lugano. Como pianista, sus grabaciones han recibido numerosos de los más elevados premios otorgados por revistas especializadas, además de nominaciones y premios Grammy.

Alexei Volodin, piano (Rusia)

Nació en San Petersburgo donde inició sus estudios musicales a los nueve años. Al año siguiente se trasladó a Moscú y prosiguió su formación en la Academia Gnessin y en 1994 la continuó con la maestra Eliso Virsaladze en el Conservatorio de Moscú. En 2001 sus estudios siguieron en la Academia de piano del lago Como en Italia. Dos años después atrajo la atención internacional al ganar en 2003 el concurso Géza Anda en Zurich. A partir de entonces se ha destacado tanto en recitales, como en música de cámara y con orquesta. Se le ha escuchado en la Konzerthaus de Viena, Concertgebouw de Ámsterdam, Philharmonie de París, Wigmore Hall de Londres, Gran Sala del Conservatorio de Moscú, Tonhalle de Zurich, Auditorio Nacional de Madrid y Palau de la Música de Barcelona. Recientemente estuvo de gira con las orquestas del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, de cámara de Munich y con la filarmónica del National Forum of Music (NFM) de Breslavia en una gira europea de quince conciertos. En programas de cámara estuvo al lado de los cuartetos Borodin y Casals y con la chelista argentina Sol Gabetta. Ha grabado obras de Chopin y Beethoven, entre otros compositores.