En sus conciertos didácticos comprueban que la música clásica está al alcance de todos, que resulta agradable y que las historias de las que se nutre esta música, enriquecen el placer de escucharla.

Desde la obertura de Ruslan y Liudmila que fue la primera ópera en ruso escrita por un compositor ruso y para público ruso y que además sirvió de parámetro a las aspiraciones de su autor y de varios entre quienes

Taneyev fue alumno de piano de Anton Rubinstein y de composición de Tchaikovsky en el Conservatorio de Moscú. Éste reconoció las habilidades, disciplina, certero juicio y honestidad en la áspera crítica a sus obras, que caracterizaron a Taneyev.

La más famosa de las sinfonías de Tchaikovsky es la Sexta, estrenada en San Petersburgo bajo la dirección del compositor quien murió por complicaciones de cólera una semana después.