Concierto 17 – Fedor Belugin y Eduardo Rojas: sonatas para viola y piano de Glinka, Glazunov y Rubinstein

 

 

 

Tercera edición del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá
Bogotá es la Rusia Romántica, 12 al 15 de abril de 2017

 

17 escenarios en 10 localidades de la ciudad
50 conciertos, 19 compositores y 45.477 asistentes

 

Concierto No. 17

Teatro Mayor

Viernes 14 de abril de 2017, 10:00

 

Fedor Belugin, viola, Rusia
Eduardo Rojas, Piano, Colombia

 

Mijaíl Glinka (Rusia, 1804 – Alemania, 1857)

Sonata para viola y piano en re menor (1825 – 1828)

I. Allegro moderato

II. Larghetto, ma non troppo

 

Aleksander Glazunov (Rusia, 1865 – Francia, 1936)

Elegía en sol menor, Op. 44 (1893)

 

Anton Rubinstein (Rusia, 1829 – 1894)

Sonata para viola y piano en fa menor, Op. 49 (1855)

I. Moderato

II. Andante

III. Moderato con moto

IV. Allegro

 

Glinka se constituyó en la fuerza que alentó a un grupo de compositores rusos a escribir música pensada para su país. Pero mucho antes de esto, fue uno de los pocos jóvenes que tuvo la ocasión de tomar unas lecciones de piano con el virtuoso irlandés John Field quien pasó una temporada en San Petersburgo, donde cimentó el interés por el instrumento entre las familias de la nobleza y la burguesía. Luego siguieron más lecciones de piano con Charles Mayer quien se había formado a profundidad con Field. Mientras Glinka vivía en San Petersburgo y sin haber tenido educación musical formal, comenzó a componer, con lo que se convirtió en un invitado predilecto de los salones de la sociedad petersburguesa. En 1825, escribió el primer movimiento de la presente sonata que proyectaba como una obra en tres movimientos. Volvió a la composición de esta obra en 1828, mientras estaba de visita en Moscú a comienzos de la primavera. En 1830 su médico sugirió que el clima más benigno de Italia podría convenirle a su endeble salud. Una carta de Glinka hace mención a su interés por escribir el tercer movimiento, pero en cambio de terminarlo, tomó algunas ideas de allí que aprovechó para otra obra de sentimiento nacional ruso.

La Elegía de Glazunov es también una obra de juventud. Se conoce poco acerca de las circunstancias de su composición. Glazunov ya antes había escrito una elegía y, a fines del decenio de 1880, el empresario Mitrofán Belyayev lo invitó a viajar por Europa donde se estrenaron algunas de sus obras. Sin embargo, al regresar a Rusia, pasó un período alejado de la composición entre 1890 y 1891. Superada la crisis retomó definitivamente el oficio y se integró al grupo de compositores e intérpretes que giraba en torno a Belyayev, los conciertos de música rusa que este patrocinaba y el proyecto de ediciones musicales que financiaba. La temprana muerte de Tchaikovsky en 1893 pudo haber movido a Glazunov a iniciar la escritura de la presente Elegía y la muerte de Anton Rubinstein al año siguiente, podría haber contribuido más en este propósito.

Antes de que Anton Rubinstein fundara el Conservatorio de San Petersburgo en 1862, ya era una celebridad musical dentro y fuera de Rusia. A los catorce años había viajado a Europa con su maestro Alexander Villoing, donde recibió consejo de Liszt para que estudiara composición en Alemania; la admiración de Chopin quien lo invitó a escucharlo tocar en lo que se convirtió en una lección privada extraordinaria y; estableció su primer contacto con Mendelssohn. A su regreso tocó para el Zar. Viajó de nuevo a Europa en 1844 y fue bien aconsejado por Mendelssohn y Meyerbeer. Estuvo entre Alemania y Austria hasta los levantamientos de 1848, cuando regresó a San Petersburgo. Allí disfrutó del reconocimiento de la aristocracia y se hizo cercano a la hermana del zar, la Gran Duquesa Helena Pavlovna con cuyo apoyo creó la institución que enseguida se transformó en el Conservatorio. Pero antes de eso, partió nuevamente para Alemania donde reportaron con aprecio sobre sus calidades de pianista y, con menos entusiasmo, sobre su destreza como compositor de sinfonías. La presente sonata data de cuando Anton tenía veintiséis años, la compuso durante este viaje, seguramente como pieza de ejecución privada que él habrá tocado en varias ocasiones.

 

Fedor Beluguin, viola (Rusia)

El violista Fedor Beluguin nació en Siberia en Krasnoyarsk-26, una localidad soviética secreta. Su primer maestro fue su padre quien le enseñó violín. A los trece, Beluguin ganó el concurso para jóvenes violinistas de los pueblos prohibidos de Rusia. Luego, siguió su formación musical en Kransoyarsk. Entre 1998 y 2001 estudió en la Escuela Musical del Conservatorio Tchaikovsky de Moscú y a partir de entonces ingresó al Conservatorio, donde siguió estudios de viola y música de cámara. En 2005, siendo estudiante, ganó el concurso internacional Legado Clásico de Moscú en las categorías de viola y cámara. Ese mismo año fue invitado a tocar con el Cuarteto Shostakovich y tras su presentación en la Gran Sala del Conservatorio, se unió como miembro permanente del Cuarteto. Al año siguiente, Beluguin comenzó su maestría en viola en el Conservatorio, al tiempo que le encargaban la clase de cuarteto de cuerdas, convirtiéndose así en uno de los maestros más jóvenes del Conservatorio. Con el Shostakovich, Fedor Beluguin interpretó los quince cuartetos del compositor en Moscú y París. En 2008, Beluguin y el pianista Alexander Osmin ganaron el Concurso Internacional de Dúos en Suecia, tras lo cual emprendieron una gira por Rusia, Europa y Estados Unidos. En su repertorio se encuentra prácticamente todo lo que se haya escrito para viola, además de sus arreglos para el instrumento de obras para violín de compositores románticos y del siglo XX.

 

Eduardo Rojas, piano (Colombia)

Eduardo Rojas nació en Barranquilla e inició estudios musicales a los cinco años con su padre. A los trece ingresó a la Universidad del Cauca para estudiar piano con Manfred Gerhardt y luego se graduó como pianista, además de perfeccionarse con una maestría en piano en Texas Christian University. Eduardo Rojas cuenta entre sus maestros a Harold Martina, Veda Kaplinsky, Joseph Kalichstein, José Feghali y Steve Harlos. Se ha presentado en festivales en Bolivia, Ecuador, Puerto Rico, Chile, Canadá y Estados Unidos. En Colombia ha participado en el Festival de Popayán y se ha presentado en la sala de conciertos de la Luis Ángel Arango como invitado para la conmemoración del bicentenario de la muerte de Chopin. En el repertorio de Eduardo Rojas se encuentran obras de Beethoven, Mozart, Rachmaninov, Liszt, Grieg, compositores académicos latinoamericanos y obras de la tradición popular. Es habitual escuchar obras de Piazzolla, Villa-Lobos o Gershwin con adaptaciones hechas por Eduardo. En sus presentaciones como solista ha estado con agrupaciones como la Sinfónica de Colombia, EAFIT, Panamá, Great Lakes de Michigan y Flower Mound de Texas, Filarmónicas de Bogotá y el Valle y la Dallas Chamber Orchestra. Eduardo Rojas ha grabado un par de CDs, el primero con sonatas para piano y el siguiente con obras de compositores latinoamericanos.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org