Cuarteto Latinoamericano y Cuarteto Q-Arte: obras de Lavista, Díaz y Leone

 

 

Cuarteto Latinoamericano, México
Cuarteto Q-Arte, Colombia

 

III Festival de cuartetos de cuerda

Teatro Estudio

Domingo 30 de septiembre de 2018, 11:00

 

Cuarteto Q-Arte

Mario Lavista (México, 1945)

Cuarteto No. 6, Suite en cinco partes (1999)

I. Danza

II. Motete

III. Canon

IV. Coral

V. Estudio

 

Cuarteto Latinoamericano

Mario Lavista

Cuarteto No. 5, Siete invenciones (1998)

Invención I: Presto

Invención II: Motete isorritmico (Moderato)

Invención III: Andante con moto

Invención IV: Andante tranquillo

Invención V: Presto

Invención VI: Lento flessibile

Invención VII: Molto allegro con brio

 

Cuarteto Q-Arte

Marius Díaz (Colombia, 1985)

El verano peligroso (2018) (Inspirada en El verano peligroso de Ernest Hemingway)

Obra ganadora del Primer concurso nacional de composición para cuarteto de cuerdas

 

Cuarteto Latinoamericano y Cuarteto Q-Arte

Gustavo Leone (Argentina, 1956)

Reflejos para doble cuarteto de cuerdas

Obra comisionada por el Festival (estreno mundial)

 

El sello discográfico Toccata Classics publicó en 2011 los cuartetos completos de Mario Lavista interpretados por el Cuarteto Latinoamericano con notas a las obras escritas por la musicóloga mexicana Ana Alonso-Minutti. En el recorrido por las seis obras, Alonso-Minutti da cuenta del lapso de quince años entre el primero y segundo cuartetos y del incremento en la composición de obras para esta formación a partir de su estrecha relación con el Cuarteto Latinoamericano. Algo similar ocurre con el cuarteto Q-Arte integrado por profesores del Departamento de música de la Universidad Nacional de Colombia. El Q-Arte ha trabajado antes con Mario Lavista y con Gustavo Leone. También en Toccata Classics está la grabación del CD de 2013 con obras de Leone para las que el Q-Arte contó con la soprano Beatriz Elena Martínez, pues el Cuarteto No. 1 requiere esta voz en su segundo movimiento, y de la arpista Marta Liliana Bonilla en el Quinteto rojo.

 

Alonso-Minutti, en las notas al CD de Lavista, cuenta detalles de cómo la proximidad entre el Latinoamericano y el compositor propulsó las obras. El Cuarteto No. 2 marcó el comienzo de esa relación; el No. 3 se llama Música para mi vecino, es decir, para el segundo violín del Latinoamericano, Arón Bitrán quien vivió en el mismo edificio del compositor en la Ciudad de México.

 

Para el No. 6, Suite en cinco partes, Alonso-Minutti informa que la obra recurre a técnicas de contrapunto medievales. En sus movimientos, Danza presenta la inversión de material temático a mitad del movimiento, que luego retorna a su forma original; Motete recuerda la breve estructura isorritmica de un motete; Canon explora dos procedimientos diversos de la técnica del canon; Coral viene enseguida sin pausa, en contrapunto imitativo; termina con Estudio, de riqueza polirritmica.

 

En el No. 5, Siete invenciones, Lavista echó mano de la invención, técnica para componer una pieza breve, en contrapunto a dos partes con una exposición seguida del desarrollo del motivo. En esta obra Lavista presenta contrastes en torno a velocidad, uso de arco y cuerda pulsada y en el empleo de isorritmia con la que obtiene una gran complejidad rítmica a partir de frases de notable estabilidad.

 

En las composiciones de Marius Díaz hay un trasfondo de literatura latinoamericana como en sus Pombonianas para piano con respaldo en el poeta colombiano del siglo XIX Rafael Pombo. También está presente la obra de Ernest Hemingway quien mantuvo estrechos vínculos con Cuba y España, especialmente en la cultura iberoamericana que gira en torno a la fiesta taurina y sus allegados. Marius Díaz ya había compuesto sobre El viejo y el mar y había comenzado a leer El verano peligroso cuando llegó la convocatoria al concurso de composición del presente Festival. Ni en esta, ni en otras obras de Díaz con referentes literarios existe la intención de hacer del libro un programa para la música, o de la música una versión del texto. Pero está allí, para su compositor. Sus obras suelen tener interés contrapuntístico, le gusta trabajar con escalas distintas a la diatónica y compone con procedimientos seriales. Díaz es dado a emplear células rítmicas que constituyen la médula de sus piezas y compone obras que implican elevados retos técnicos para sus intérpretes, en ocasiones contraviniendo instrucciones inveteradas que operan bien en su música y ganan la atención de los ejecutantes y del público.

 

Una nueva propuesta de parte del Q-Arte condujo a Gustavo Leone a escribir la presente Reflejos para doble cuarteto de cuerdas. Es una pieza en un solo movimiento con tres partes claramente distinguibles en sus contrastes. La disposición de cada cuarteto en el escenario facilita la percepción de esa suerte de reflejo musical expresado a partir de procedimientos que vienen del remoto pasado de la música occidental de tradición académica. Como ocurre con mucha de la música de Leone, en esta pieza se perciben pulsos y ritmos que pueden identificarse con la música latinoamericana de tradición popular, aplica viejas fórmulas vocales del renacimiento, emplea alternaciones responsoriales o lleva a todos los ejecutantes hacia un mismo punto. Los recursos técnicos no hacen de esta obra un repertorio enciclopédico del pasado pues su sonido y ejecución corresponden a nuestros días. Reflejos está dedicada a los cuartetos Q-Arte y Latinoamericano. Será esta la primera ocasión en que el Latinoamericano ejecute una obra de Gustavo Leone, gracias a los buenos oficios del Q-Arte.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org