OFB, Stefan Vladar y Gaspar Hoyos: Obras de Mozart y Beethoven

 

Orquesta Filarmónica de Bogotá

 

Director: Stefan Vladar, Austria
Solistas:
Gaspar Hoyos, flauta, Colombia y Stefan Vladar, piano, Austria

 

Viernes 17 de noviembre de 2017, Auditorio Fabio Lozano
Sábado 18 de noviembre de 2017, Auditorio León de Greiff

 

Programa

 

Wolfgang Amadeus Mozart (Alemania, 1756 – Austria, 1791)
Concierto para flauta No. 1 en sol mayor, K 313/285c (1777-78)
1. Allegro maestoso
2. Adagio ma non troppo
3. Rondó. Tempo di Menuetto

Wolfgang Amadeus Mozart
Concierto para piano (No. 20) en re menor, K 466 (1785)
I. Allegro
II. Romance
III. Allegro assai

 

Intermedio

 

Ludwig van Beethoven (Alemania, 1770 – Austria, 1827)
Sinfonía No. 6 en fa mayor, Op. 68, Pastoral (1808)
I. Allegro ma non troppo. Despertar de alegres sentimientos al hallarse en el campo
II. Andante molto mosso. Escena junto al arroyo
III. Allegro. Animada reunión de campesinos
IV. Allegro. Relámpagos. Tormenta
V. Allegretto. Himno de los pastores. Alegría y sentimientos de agradecimiento después de la tormenta

 

 

Notas al programa

 

En 1777 Mozart logró autorización para alejarse de Salzburgo en busca de un mejor desempeño. Al comienzo del otoño partió con su madre hacia París. Las relaciones del compositor con quienes ejercían autoridad sobre él se hacían crecientemente difíciles. Con su señor, el arzobispo Colloredo que regentaba la pequeña corte provincial de Salzburgo; con su padre, Leopold, quien se mostraba más que severo y de quien abundan las muestras de arbitrariedad, incomprensión o despotismo. Quería gobernar la vida de su hijo y respondía a sus solicitudes de apoyo con listados de reclamos. Leopold ubicó a la madre en una situación incómoda pues le demandó que espiara y reportara las actividades del hijo durante el viaje y la utilizó como medio de imponérsele. Esto resintió la relación entre Mozart y su madre. Más adelante llegaron a París y la mujer pasó mucho tiempo aislada hasta cuando Mozart regresaba y le contestaba malhumorado a los reclamos del padre de los que ella era mensajera. Para completar, París no respondió a las expectativas de Mozart ni era una ciudad preparada para lo que él tenía para ofrecer. La madre enfermó y murió en París y Mozart tuvo que enterar a su hermana y padre de lo sucedido, por carta. En este panorama a la vez lleno de promesa ante la perspectiva de ser un músico independiente y de zozobra emocional y profesional, llegó el encargo del médico holandés Ferdinand De Jean, aficionado a la flauta, para que compusiera varios cuartetos para flauta y cuerdas y unos conciertos para flauta solista. El honorario era atractivo y Mozart necesitaba el dinero. Aceptó, pero al final no cumplió y recibió sólo una fracción de lo pactado. Se excusó manifestando su disgusto por el instrumento. Y no le faltaba razón pues la flauta de entonces apenas comenzaba a incorporar algunas de las ventajas técnicas que le dieron una potencia y precisión que Mozart no alcanzó a conocer. No debía esforzarse demasiado en escribir una pieza muy exigente porque el destinatario era apenas un aficionado y, no obstante, el concierto que compuso está bellamente concebido. Es incluso posible que Mozart se hubiera divertido ofreciendo una obra levemente demandante para su ejecución con el propósito de burlarse de las limitadas destrezas de De Jean y vengar sus sinsabores a través de un tercero.

 

La situación fue muy distinta para 1785, cuando Mozart compuso el concierto para piano en re menor K 466 y su par en do mayor K 467.   El primero, que es el que se ejecuta en este programa, saca partido de la tonalidad menor para plantear una obra sombría y concentrada, mientras el segundo es desbordante como Mozart bien sabía hacerlo. Hay quienes suponen que el compositor concibió este propósito de contrastar emociones para tener un mejor par de productos para ofrecer en venta. No han aparecido las cadencias de estas obras, esos momentos de silencio de la orquesta mientras el solista se luce en solitario. Los estudiosos no han podido establecer las pruebas que iniquen si es que Mozart no las escribió o si lo hizo y se perdieron. Pero Beethoven, que adoraba la obra, compuso un par de cadencias que se han adherido al concierto. Entre 1784 y 1786 Mozart compuso siete de sus más queridos conciertos para piano, su instrumento favorito y que a estas alturas de su vida marcaba un arco muy interesante que conectaba su infancia de niño prodigio y viajero internacional, sin capacidad de decisión sobre su vida, frente al momento actual en el que buscaba asegurar su independencia, gozaba de favoritismo en Viena y se dedicaba a escribir para el instrumento que ganaba adeptos entre el público.

 

La concepción de la Sexta de Beethoven puede estar basada en una pieza de un compositor poco conocido, Justin Heinrich Knecht, quien en 1784, al tiempo con el concierto K 466 de Mozart y un cuarto de siglo antes de Beethoven, planteó una sinfonía pastoral en cinco movimientos en los que rinde homenaje a la naturaleza casi en orden idéntico a la de Beethoven. En intención, solamente, porque no en alcance musical ni en recepción pública. La Sexta apela a la naturaleza idealizada que dominó el romanticismo. El movimiento que recrea la tormenta, lo resalta. Hoy resulta posible disfrutar esta obra al final de un concierto de duración convencional. En su día, se estrenó en un programa maratónico de obras de Beethoven en que se ejecutaron las siguientes: Quinta sinfonía, Sexta sinfonía, concierto de piano No. 4 con el compositor dirigiendo desde el piano solista, Gloria y Sanctus de la Misa en do mayor, el aria de concierto Ah! perfido, improvisaciones del compositor al piano que eran un momento del que siempre sacaba buen provecho y la Fantasía coral, con piano, orquesta y coro con el tema que años más tarde marcó la famosa Oda a la alegría al final de la Novena.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud de la Orquesta Filarmónica de Bogotá a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.filarmonicabogota.gov.co