Philharmonisches Staatsorchester Hamburg y Kent Nagano: Tristán e Isolda de Richard Wagner

 

Philharmonisches Staatsorchester Hamburg, Alemania

Director: Kent Nagano, Estados Unidos

Solistas: Robert Dean Smith (tenor, Suiza): Tristán, sobrino de Merke y amante de Isolda

Ricarda Merbeth (soprano, Alemania): Isolda, Princesa Irlandesa y esposa de Marke

Mikhail Petrenko (bajo, Rusia): Rey Marke, monarca de Cornualles

Werner van Mechelen (barítono, Bélgica): Kurwenal, lugarteniente de Tristán Bajo.

Lioba Braun (mezzosoprano, Alemania): Brangania, doncella de Isolda.

Peter Galliard (tenor, Suiza): Melot caballero de Marke.

Alex Kim (tenor, Corea del Sur): Hirt/Seemann.

Juan David González Sánchez (barítono, Colombia): Stuermann

Coro

 

Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

Viernes 7 de octubre de 2016, 19:00

 

 

Richard Wagner (Alemania, 1813 – Italia, 1883)

Tristán e Isolda, ópera en tres actos (1857 – 1859)

Estreno, Múnich 1865

 

El romanticismo fue un movimiento artístico lleno de contradicciones. Los opuestos, tal como lo propuso el maestro de la contradicción científica Karl Marx, movían al mundo y, desde luego, eran la esencia del movimiento literario, musical, artístico y emocional. Los sucesos personales de Wagner y su círculo social guardan notable paralelo con el entramado argumental de Tristan und Isolde, una obra de enamorado sobre el amor y sus contradicciones. El 24 de noviembre de 1836 Wagner se casó con Wilhelmine Schröder-Devrient, conocida como Minna. Desde entonces y hasta 1839 el acoso por las deudas los llevó de Alemania a Escandinavia, Inglaterra y Francia. Hacia el final de 1839 Wagner recibió apoyo y compañía de dos exitosos artistas judíos, el poeta Heinrich Heine y el compositor Giacomo Meyerbeer. En 1840 Wagner conoció a Liszt y surgió entre ellos admiración musical. En 1841 Wagner estableció amistad con el filólogo Samuel Lehrs quien le sugirió temas para óperas basadas en la literatura germánica medieval. El matrimonio Wagner abandonó París en 1842 y se dirigió a Dresde donde se estrenaron sus óperas Rienzi y el Holandés errante. En 1843, comenzó Wagner a formar una biblioteca personal con lugar para el teatro griego. En 1845 se estrenó la ópera Tannhäuser en Dresde y en 1848, en medio de la agitación social de Europa, culminó su ópera Lohengrin. Mijaíl Bakunin, cuyas ideas y prácticas influyeron en la comuna parisina de 1848, y Wagner se conocieron en Dresde, de donde el compositor tuvo que huir tras los levantamientos. Liszt intervino para evitar que encarcelaran a Wagner en 1849 quien quedó proscrito de Alemania. Así, el matrimonio se estableció en Suiza en 1850, pero el compositor tuvo un romance con Jessie Laussot en Francia al fin del cual retornó donde Minna. Ese año se estrenó Lohengrin en Alemania. En 1852 el compositor conoció a Otto y Mathilde Wessendonck con quienes estableció amistad y recibió apoyo económico. A comienzos de 1853, mientras el romance entre Wagner y Mathilde Wessendonck se avivaba, el compositor conoció a Hans von Bülow, reputado como un padre de la profesión de director de orquesta y casado con la hija de Liszt, Cosima.

Los acosos por deudas continuaron hasta 1863 y los dramas amorosos del compositor se complicaron por la mala relación con Minna, pues mientras sostuvo su romance con Wessendonck, coqueteó con Mathilde Maier y se involucró con Friderike Meyer. Desde 1854 Wagner leyó a Schopenhauer, al tiempo que alimentaba su creatividad poética, amatoria y musical leyendo versiones sobre los enamorados legendarios e insatisfechos Tristán e Iseo. Así, en 1856 elaboró los primeros borradores de Tristán e Isolda que concluyó en 1859. En 1860 Wagner recibió una amnistía que levantó su proscripción de Alemania y en 1864 ascendió al trono de Baviera Ludwig II quien llamó a Wagner para brindarle todo apoyo necesario. Cosima Lizst y sus dos hijas del matrimonio con Hans von Bülow se trasladaron a vivir con Wagner en Múnich.

En 1865, sin que se hubieran divorciado Wagner ni Cosima, nació Isolda, su primera hija. Ese año se estrenó Tristán e Isolda, dirigida por Hans von Bülow. Los músicos dijeron que las partes de Tristán no se podían ejecutar, que estaban mal escritas; las y los cantantes se reentrenaron, no solo para que sus voces alcanzaran las demandas técnicas, sino también para que sus limitados desplazamientos escénicos coincidieran en todo con las demandas del texto y con el entorno dramático expuesto por la música. Múnich consideró escandalosa la relación Wagner-Cosima y los expulsó. Se ubicaron cerca de Ginebra en 1866 donde llegó la noticia de la muerte de Minna. En 1867 nació Eva Wagner Liszt y en 1868 Nietszche visitó a Wagner. El escritor atendió una hilada e ininterrumpida concatenación de propuestas típicas del romanticismo, mezcolanza de idealizaciones de la tragedia griega con lecturas de Schopenhauer y reminiscencias de los mitos arturianos. Más tarde, Nietzsche pasó de considerar a Wagner como el realizador de ideales propuestos desde los griegos e interrumpidos por la Edad Media, a presentarlo como el villano que se entregó a las formalidades vacías y odiosas del romanticismo burgués, tales como el establecimiento en Bayreuth de un festival dedicado al culto de sus óperas, llenas de esa cosa fétida que Nietzsche consideraba el roce con los alemanes, con la cultura alemana. Recordando su lamentable texto de 1850, Nietzsche le echó en cara al compositor que se hubiera entregado, entre todas las modas detestables, a la del antisemitismo, cuando Wagner en medio de sus enredos financieros, políticos y amorosos, se descargó contra Meyerbeer y Mendelssohn.

Lo que Wagner hizo en vida transformó todo el entorno de la música. Y desde entonces su influencia no ha cesado.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org