The Chamber Music Society of Lincoln Center: obras de Barber, Arensky y Dvořák

 

 

The Chamber Music Society of Lincoln Center, Estados Unidos

 

Integrantes: Orion Weiss, piano
Wu Han, piano
Paul Huang, violín
Arnaud Sussmann, violín
Paul Neubauer, viola
David Finckel, violonchelo
Inbal Segev, violonchelo

 

Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

Miércoles 21 de noviembre de 2018, 20:00

 

Samuel Barber (Estados Unidos, 1910 -1981)

Souvenirs para piano, cuatro manos, Op. 28 (1951)

Músicos: Weiss, Wu Han

1. Waltz

2. Schottische

3. Pas de deux

4. Two-step

5. Hesitation Tango

6. Galop

 

Anton Arensky (Rusia, 1861 – 1906)

Trío No. 1 en si menor para piano, violín y violonchelo, Op. 32 (1894)

Músicos: Weiss, Sussmann y Finckel

I. Allegro moderato

II. Scherzo. Allegro molto

III. Elegia. Adagio

IV. Finale. Allegro non troppo

 

Antonín Dvořák (Chequia, 1841 – 1904)

Quinteto en la mayor para piano, dos violines, viola y violonchelo, B. 155, Op. 81 (1887)

Músicos: Wu Han, Huang, Sussmann, Neubauer y Segev

I. Allegro ma non tanto

II. Dumka: Andante con moto

III. Scherzo (Furiant). Molto vivace – Poco tranquillo

IV. Finale. Allegro

 

 

Samuel Barber nació y pasó sus primeros años en West Chester, Pensilvania, una población ubicada a unas dos horas por carretera del centro de Manhattan. Sus progenitores tenían buena posición económica y social y de joven acompañó a su madre en numerosas ocasiones a Nueva York. Souvenirs es una especie de escenificación musical de sus recuerdos del salón en el Hotel Plaza donde paraba con su madre para tomar el té, y una interpretación de la atmósfera que se habría vivido allí en torno a 1914. A través de seis aires de danzas populares de su momento, cuando el tango comenzaba a ganar terreno, Souvenirs plantea un ambiente imaginario. Para Barber y sus amigos esta pieza gozó de un especial aprecio y su alegría general está bien contrastada por otros momentos de menor intensidad.

 

Al nombre de Arensky se asocia un comentario agrio y vengativo que dejó Rimski-Korsakov en sus memorias cuando mencionó que de joven recibió alguna influencia de Rimski, y que luego toda influencia provino de Tchaikovsky: «Pronto caerá en el olvido». Rimski estuvo cerca de tener razón puesto que las obras de Arensky se ejecutan con menos frecuencia que las de sus contemporáneos. A fines de 1893 Tchaikovsky murió súbitamente y esto causó una profunda tristeza entre sus colegas. Arensky expresó sus emociones en su Trío No. 1, formato que los compositores rusos de su época habían preferido para hacer homenajes fúnebres. Comienza con un allegro bastante contenido y que a pesar de su relativa rapidez tiene un sonido melancólico, sube de ánimo en el segundo movimiento y pasa luego a la elegía, movimiento que se ejecuta frecuentemente sin los demás pues resulta sobradamente expresivo. El cuarto y último movimiento, es de una alegría muy contrastante, lo que generalmente se ha interpretado como el mensaje de Arensky de que, a pesar de la tristeza y sinsabores por la pérdida de Tchaikovsky, la vida continúa y debe encararse con ánimo.

 

Para el musicólogo y divulgador musical Kai Christiansen (www.earsense.org) sería injusto pedir a los progenitores que nombren públicamente al favorito entre sus tres hijos. Sin embrago, él escoge, entre los quintetos con piano de Schumann, Brahms y Dvořák al de este último, y luego no ahorra calificativos para describir la obra. Desde luego que no está solo en esta valoración y basta prestarle atención a la música para ponerse de su parte. Este quinteto resultó como por accidente cuando Dvořák comenzó a reescribir un quinteto de muchos años atrás que le había disgustado en extremo. Poco seguro de los méritos de aquella vieja obra, se puso a la tarea de componer un nuevo quinteto y en menos de tres meses terminó esta pieza. Entre sus numerosos puntos de interés se destaca la inclusión de danzas de la tradición popular de su país. Una dumka que abre el segundo movimiento y retorna en cinco oportunidades hasta cerrarlo, intercalada con otro par de temas bastante menos melancólicos. El siguiente movimiento es un scherzo en el estilo de una danza de Bohemia, la furiant, nombre que hace honor a la fuerza y agresividad que Dvořák recalca. Cabe notar que el compositor, en cambio de transcribir material existente en la tradición popular, escribió música inédita basado en danzas populares sin citarlas y más bien creó una composición nueva que no se encuentra en la tradición de origen.

 

Las notas realizadas por Ricardo Rozental para los programas de mano se elaboran por solicitud del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a quien pertenecen la totalidad de los derechos patrimoniales: www.teatromayor.org